UNA DULCE HISTORIA
La historia de esta legendaria marca arranca en el s.XIX, con la apertura de una confitería en Irún, donde se servía un magnífico chocolate a la taza. Tanto es así, que la familia real estaba entre su asidua clientela.
A comienzos del siglo XX, Francisco Elgorriaga abrió una fábrica en Mendibil (Guipúzcoa), para elaborar un chocolate de calidad, con el cacao procedente de la finca que la familia tenía en Guinea. Equipó la factoría con la más moderna tecnología, incluyendo, cómo no, las bombas de EMICA.
“Las bombas del circuito de refrigeración de Chocolates Elgorriaga, que funcionaban a tres turnos, en permanencia, eran todas de la marca Emica, por su robustez, fiabilidad y mínimas averías. Su calidad ya era excelente en los años 70”
(Manuel Elgorriaga Ugarte, 93 años, ingeniero, ex director y ex propietario de “Chocolates Elgorriaga")
Elgorriaga hizo populares los lingotes, las monedas de chocolate, las trufas y, sobre todo, su legendaria Campana, que quedará instalada en la memoria de varias generaciones.
Firmas como Elgorriaga y EMICA han escrito y escriben hoy día capítulos de historia paralelos.